Neuropatía periférica: ¿Cómo prevenir y tratar una afección común en la tercera edad?
La Neuropatía puede definirse como una alteración de los nervios periféricos.
Nuestro sistema nervioso se compone del sistema nervioso central, el que está compuesto por el cerebro y la médula espinal y del sistema nervioso periférico.
Este último, integra todos los nervios que se ramifican desde la médula espinal y cuando presenta daños, las personas lo resienten en su calidad de vida.
“Cuando hablamos de neuropatía estamos hablando de daño a nivel del sistema nervioso periférico es decir desde la médula hacia afuera. Y entre la población de riesgo se encuentran los adultos mayores, es decir aquellas personas que tienen más de 60 años de edad”, explica el Dr. Enrique Obermeier, Medical Manager de P&G Health Chile.
La neuropatía periférica es más frecuente en adultos mayores que en adultos jóvenes. Si bien, esta es una enfermedad que puede afectar a todos los grupos etarios, tal como muchas enfermedades crónicas suele afectar más a quienes pertenecen a la tercera edad y eso tiene que ver con patologías de base que presentan en personas de edad avanzada.
Sobre cómo funciona el sistema nervioso periférico, el Doctor Obermeier detalla que los nervios tienen unas fibras que están recubiertas y que hacen que esos nervios sean más eficientes y transmitan la información a mayor velocidad y distancia. Imaginemos, por ejemplo, un cable que está forrado por plástico, es lo mismo, estos nervios son como cables recubiertos. Y recalca que su salud depende de un buen consumo o niveles de vitaminas
del complejo B.
“La vitamina B12 está muy relacionada con esa capa que cubre el nervio llamada vaina de mielina, entonces si existe un déficit podría ser el equivalente a un cable pelado, la protección está perdida y hay peligro de un corto circuito”, detalla y añade que si una persona tiene problemas puede haber episodios de dolor con estímulos que no debieran ser
desagradables. Como por ejemplo, algo tan cotidiano y simple como puede ser el roce de la ropa.
Síntomas de alerta y diabetes como factor de riesgo extra
Las señales de alerta a las que deben mantenerse atentos los adultos mayores y las personas que los cuidan o pertenecen a su grupo familiar son sensación de quemazón, cambios de temperatura, hormigueos, así como también la sensación de como si tuvieran las plantas de los pies inflamadas, entre otros.
Esto cuando hablamos del punto de vista sensitivo. Por otra parte, el Dr. Obermeier también describe que la alteración nerviosa también tiene que ver con una pérdida de fuerza, a nivel motor.
Esta enfermedad se hace más común cuando las personas tienen enfermedades crónicas de base, como por ejemplo, la diabetes. Los pacientes diabéticos suelen tener neuropatía periférica y presentan síntomas molestos que afectan a su día a día. Esto es descrito por
muchos de ellos como hormigueo y ardor en sus extremidades y metafóricamente una sensación similar al tener puestos unos calcetines o guantes, explica el médico.
Adicionalmente, estos síntomas pueden llevar a complicaciones, como el pie diabético. El problema surge, por ejemplo, cuando se cortan una uña de mala forma, crece mal y como no se tiene una sensibilidad adecuada, suele infectarse sin que las personas lo noten. Con la diabetes la sensibilidad de las enfermedades inferiores tiende a perderse y eso lleva a que la situación empeore. Por eso es tan importante estar alerta al daño en los nervios.
Vejez saludable
¿Cuándo y cómo prevenir? El envejecimiento comienza mucho antes de lo que nosotros conocemos como vejez.
Lo que vemos cuando ya somos adultos mayores son las consecuencias de 30 años antes. Por ello, los especialistas sugieren preocuparse de tener
un envejecimiento adecuado y sano. Y sobre esto indican que tenemos tiempo para ganar de los 35 hasta los 50, allí podemos hacer más cosas por una mejor vejez.
Debemos llevar una dieta saludable desde antes de 30 o 35 o entrado a los 40. Debemos solventar las problemáticas que se van presentando desde antes. Si bien es cierto que hay personas que tienen dietas muy limitadas por gusto o por situaciones de otras enfermedades también o por condiciones sociales o socioeconómicas. Esas personas necesitan las vitaminas del complejo B para mantenerse sanas.
Hoy en día la generación de los 40, quizás es una de más cuidado y de deporte. Si uno piensa en la gente que hoy es adulta mayor, vemos como antes las personas fumaban más, por ejemplo. Entonces lo que esperamos son generaciones en mejores condiciones. Ahora esto es palpable en términos de expectativa de vida. En ese sentido las personas cada vez
viven más y mejor.
La receta es una trilogía de buena alimentación, hábitos y ejercicio. La lotería de nuestros genes puede hacer que tengamos enfermedades que no podemos evitar, pero lo que está en nosotros es cuidarse. “Hay gente que ha llegado a los 95 y 100 años, les preguntamos qué hacer usted para llegar a tan viejos y el truco no es lo que hizo este último tiempo en los últimos cinco años sino cómo vivió su juventud”, concluye el especialista de P&G.
Deja un comentario