Huracán Special Power: conoce el primer equipo de Cheerleaders con capacidades diferentes
- 16 Deportistas forman este equipo Special Needs que es un ejemplo de deporte inclusivo.
El próximo 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, proclamado por las Naciones Unidas en 2011. Con esta celebración, la Asamblea General quiere aumentar la conciencia pública y recordar la dignidad inherente, la valía y la gran contribución de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
INCLUSIÓN DEPORTIVA
Con el objetivo de avanzar en materia de inclusión deportiva, en marzo de 2018 se formó Huracán Special Power, el primer equipo cheerleader profesional, en la categoría Special Needs de nuestro país.
Este deporte favorece el desarrollo motor-cognitivo de los jóvenes que participan. Los niños y niñas son capaces de realizar una rutina con todos los cuadros y elementos exigidos en el reglamento internacional, y a pesar de no ser una categoría competitiva en nuestro país, igual les da la posibilidad de ser reconocidos en esta actividad.
“El cheerleader es un deporte lleno de beneficios, entre los cuales destacan, la orientación temporo espacial, la distribución de tareas según habilidades y capacidades, el trabajo en equipo, entre muchos otros. Los deportistas de Huracán Special Power han logrado un desarrollo personal importante, conviviendo con sus compañeros de las diferentes categorías gracias a la seguridad que les entrega este deporte y al sentir que hacen un buen trabajo“ Cuenta, Ricardo Vergara, fundador y entrenador de Huracán Special Power.
Pero los logros no solo han sido en el ámbito personal, como equipo han llegado a ser reconocidos en todo el circuito nacional, con presentaciones en Iquique, Viña del Mar, Santiago y Tierra del Fuego. Impulsando a otros clubes a seguir el ejemplo, e incluir esta categoría y así poder tener competencia en Chile.
“Es difícil encontrar grupos que acojan a nuestros hijos en estos deportes, por lo que fue una sorpresa que existiera un Club llamado “Huracán All Star”, que tuviese una categoría con jóvenes con necesidades especiales. Fuimos al gimnasio para que ella viera que se trataba este deporte y Florencia quedó encantada con el entrenamiento. Ha sido un año arduo de constancia y perseverancia, nos hemos sentido como parte de algo… nos abrieron las puertas tanto a mi Flo como a nosotros como familia. No la tratan como “Pobrecita la niñita enferma” sino como una deportista más con todo lo que conlleva tanto en exigencia y reglas que debe seguir como cada uno de los deportistas del club”. Cuenta Jeannette Gutierrez, madre de Florencia Espindola.
Florencia, lleva un año practicando cheerleader y en ese tiempo sus avances son sorprendentes, al igual que su compañera Elizabeth, quien encontró en Huracán un importante complemento en su vida. “El deporte en el caso de Elizabeth es súper importante ya que le ayuda a mejorar su motricidad, respetar turnos, seguir una rutina, y mejorar su estilo de vida, es un gran estímulo para que ellos se puedan desarrollar y ser más independientes” Reconoce Yesenia Suabiabre Rojas, madre de Elizabeth Ortiz.
UNA CONDICIÓN, NO UNA ENFERMEDAD
El Síndrome de Down es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales, por ello se denomina también trisomía del par 21.
Una persona con Síndrome de Down puede crecer y desarrollarse, siempre que se garantice un acceso adecuado a la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva.
En Chile nacen en promedio 21.000 casos de niños con síndrome de Down al año, cifra de que además nos sitúa como el país con más nacimientos de niños con esta condición en toda Latinoamérica.
Esta cifra es tres veces mayor que la que se tenía hace tres décadas atrás, es por esta razón que es necesario crear nuevos espacios de desarrollo para estos niños y jóvenes puedan demostrar de todo lo que son capaces de hacer.
“Mi Flo es una joven como cualquier otra, tiene sus momentos buenos como malos, se exige y se frustra y ahí es donde su entrenador y staff, tienen la misma visión que nuestra familia, cuando le decimos que ella puede, que no se ponga así misma trabas. Ella puede volar tan alto como quiera, no existen límites para que no pueda lograr lo que se proponga” agrega la madre de Florencia.
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