Conoce la Caigua: la hortaliza nativa con propiedades medicinales
Es una hortaliza nativa andina que solo crece en la región de Atacama y que tuvo gran importancia para pueblos originarios como diaguitas, incas y atacameños. Sin embargo hoy su consumo es marginal, a pesar de presentar múltiples propiedades medicinales. Es así como la clanthera pedata –nombre científico de la caigua- se mantuvo oculta durante generaciones.
Ya sea fresca, en jugo, como ensalada o deshidratada, la caigua ofrece beneficios para la salud tales como su efecto antiinflamatorio e hipoglicémico, su capacidad de prevenir problemas coronarios, controlar la hipertensión y diabetes, y eliminar parásitos intestinales.
Es por ello que la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la Universidad de Chile, en conjunto con la Unión de la Agricultura Familiar Campesina (UNAF) y la Cooperativa Agrícola Camarones (Coopefrut), trabajaron durante más de dos años en el rescate y valorización de este vegetal, mejorando su manejo agronómico y abriendo posibilidades de comercialización en circuitos cortos.
En la localidad de Camarones -cercanías de Vallenar- se presentaron los resultados de esta iniciativa, así como los cultivos de la cooperativa, donde fue posible ver los sombreaderos de 30 metros cuadrados, innovación que ha permitido un crecimiento más eficiente de la hortaliza. Además, para mostrar la versatilidad culinaria de este vegetal, el chef Emilio Escamilla realizó diversas preparaciones, destacando la caigua sour, el jugo de caigua, caigua rellena con salteado de carne y ensalada mixta de caigua.
La presidenta de Coopefrut, Verónica Flores destacó los logros de una iniciativa que ha permitido visibilizar un producto que hasta ahora solo era cultivado y consumido en Camarones. “Gracias a FIA y la Universidad de Chile hemos logrado grandes avances en materia de difusión, participando en ferias tanto en Santiago como en la región; y por otra parte hoy conocemos mejor los beneficios medicinales de la caigua, lo cual constituye un importante atributo diferenciador”.
Durante años, Verónica fue la única agricultora de Camarones que cultivaba la caigua, “pero gracias al proyecto, fueron varios los productores locales que se reencantaron con este cultivo ancestral”, agregó.
Casi tres años de trabajo
Fueron cerca de tres años de trabajo, donde Coopefrut logró finalmente aprender a cultivar la caigua. El proyecto permitió además diversificar las posibilidades de negocio de los agricultores locales, al disponer de nuevos productos, diferentes a los clásicos mango y uva pisquera. “Logramos generar productos de excelente calidad, como mermeladas y pulpa de caigua”, destaca Verónica Flores.
Logros valiosos para la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que lleva más de una década trabajando por el rescate, protección y valorización del patrimonio agrario, agroalimentario y forestal de Chile. Según explica su directora ejecutiva, María José Etchegaray, “esto implica trabajar con la agricultura familiar campesina y entregarles herramientas que les permitan valorizar los productos y preparaciones que han estado bajo su resguardo durante generaciones, todo lo cual impacta directamente en su calidad de vida y en la sustentabilidad económica, social y ambiental de sus sistemas agrícolas”.
Esfuerzos que han tenido como resultado que en la actualidad se estén ejecutando cerca de 40 proyectos en esta línea a lo largo de todo el territorio nacional, poniendo en valor productos tan diversos como la papa morada de Socaire, la quínoa atacameña, el copao de la región de Coquimbo, el tomate limachino, la calabaza del Itata, el ñefn o avellana chilena y el merkén, entre otros.
Para los investigadores de la Universidad de Chile en tanto, el gran valor del proyecto radica en que permitió el rescate de ecotipos de caigua presentes en el valle del Huasco, posibilitando la diversificación de las alternativas de cultivo para los agricultores de la zona, incentivando el uso de una hortaliza prácticamente inexistente en el mercado.
“Levantamos el cultivo de la caigua que ya estaba en la comunidad de Camarones en una Cooperativa Diaguita, con una adecuada domesticación y adaptación, utilizando la experiencia de los campesinos que la han guardado por años. Ayudamos a Mejorar el sistema de producción, de riego, sistemas de conducción. En ese sentido la participación y experiencia de los agricultores de la cooperativa Coopefrut ha sido fundamental, siendo clave tanto para la colecta de las semillas y para los ensayos realizados en los sombreaderos en la zona, que ahora son cuatro”, señaló el agrónomo y director del proyecto Ricardo Pertuzé, de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile
El desafío ahora es fomentar el consumo de la caigua en la región a través de la difusión de sus atributos y potenciar circuitos cortos de comercialización y agroindustriales. Esto permitirá que los agricultores se vinculen directamente, por ejemplo, con restaurantes interesados en incorporar alimentos nativos y patrimoniales en sus preparaciones gourmet.
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