Entre los principales nutrientes que se deben evitar se encuentran ciertos tipos de grasas, como las grasas trans que se encuentran en algunos productos como las galletas, los pasteles; la sal o sodio y los alimentos y bebidas azucaradas.
En general, se pueden obtener todos los nutrientes que se necesitan de los alimentos. Y si de opciones saludables se trata, siempre es mejor que elijamos productos naturales en vez de productos procesados, como frutas y vegetales frescos, carne magra o pollo de granja (son más nutritivos y contienen menos sustancias químicas agregadas que, por ejemplo, los productos envasados y las hamburguesas que ya vienen listas para preparar).
Entonces sí, tomar nota de estos consejos para que podamos distinguir y elegir la opción que sea más saludable y, a la vez, no sacrifiquemos el sabor:
1. Se debe prestar atención al número de calorías por porción en el paquete del producto que se está por comprar y cuántas de ellas provienen de las grasas. Entre menos calorías provengan de las grasas, más sano es el alimento. Tener en cuenta que, en una dieta de 2.000 calorías diarias, se recomienda consumir menos de 65 gramos de grasa.
2. Hay que fijarse en el tipo de grasa que contiene el producto y evitar las grasas trans y las saturadas. La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir menos de 2 gramos de grasas tras por día, en una dieta de 2.000 calorías.
3. Evitar el exceso de colesterol y sodio (sal)… En una dieta de 2.000 calorías, se debería consumir menos de 300 miligramos de colesterol y menos de 2.400 mg de sodio (¡eso es el equivalente a una cucharadita de sal!).
4. En lo posible, corroborar que el producto que se elija tenga fibra, vitaminas, calcio y hierro. Para que una comida sea rica en estos nutrientes debe proporcionar al menos el 20 por ciento de los valores diarios recomendados.
5. Es importante buscar si el producto que se quiere contiene azúcar agregada o no. Si el alimento tiene azúcar de manera natural, no figura en la etiqueta. Si tiene azúcar agregada puede aparecer nombrada con distintos nombres. Tomar nota y recordar: azúcar, jarabe de maíz de alto contenido de fructosa (high-fructose corn syrup), jarabe de maíz (corn syrup), maltosa (maltose), dextrosa (dextrose), sacarosa (sucrose), miel (honey), jarabe de arce (maple syrup) y jugo de fruta concentrada (fruit juice concentrate).
6. Cuando se pida comida preparada, prestar atención al tipo de cocción que tengan. Son mejores las horneadas o las asadas. Por el contrario, evita los alimentos fritos.
Ahora sí estamos listos para hacer nuestra próxima compra. Siguiendo estas recomendaciones para que, a partir de ahora, se pueda llenar la alacena con alimentos y productos que sean mejores y más saludables.
Fuente: El Debate
Deja un comentario