Los 6 consejos que entregó la OMS para frenar la obesidad en los niños
Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud, OMS, entregó una serie de recomendaciones a los gobiernos que ayuden a promover la actividad física de los niños en sus jardines infantiles y escuelas.
El interés radica en que hoy 41 millones de niños menores de cinco años tiene obesidad, una cifra alarmante que está colocando una voz de alerta de que hay que actuar cuanto antes para lograr que los más pequeños bajen de peso.
Para revertir la tendencia al alza de la obesidad infantil, la OMS recomendó seis acciones claves:
- Promover el consumo de alimentos saludables. Los autores del informe instan a los gobiernos de todo el mundo a implementar programas integrales que promuevan el consumo de alimentos saludables y reducir el consumo de alimentos poco saludables y bebidas azucaradas. Para ello, indicó que un buen mecanismo serían los impuestos sobre las bebidas endulzadas con azúcar y frenar las comercialización de alimentos poco saludables.
- Promover la actividad física. La OMS urge también a implementar programas integrales que promuevan la actividad física y reducir las conductas sedentarias en niños y adolescentes.
- Control de peso. Proporcionar a las familias guías y recomendaciones sobre estilo de vida de sus hijos con el fin de prevenir la obesidad en los niños y jóvenes y dotarles de servicios de gestión para controlar su peso.
- Aprendizaje sobre salud y nutrición. Implementar programas integrales que promuevan ambientes escolares saludables, incorporando el aprendizaje en temas de salud y promoviendo la actividad física entre los niños y adolescentes.
- Mejorar la dieta en la primera infancia. Proporcionar orientación y apoyo sobre las buenas prácticas de salud en la infancia basadas en tres aspectos: una dieta saludable, dormir bien y desarrollar actividades físicas. De esta forma, se puede lograr un bien crecimiento y hábitos saludables.
- Antes de la concepción y el embarazo de atención. Otro de los asuntos a resolver es la necesidad de integrar y reforzar la orientación para la prevención de las enfermedades no transmisibles (ENT), haciendo especial hincapié en la orientación sobre la preconcepción y la atención prenatal. La finalidad es reducir el riesgo de la obesidad infantil mediante la prevención de bajo o alto peso al nacer, la prematuridad y otras complicaciones en el embarazo
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