El poder de la espirulina: microalga rica en Omega 3 y proteínas
Reconocido mundialmente como un alimento particularmente nutritivo, la espirulina no sólo es buena para la salud, también es un producto que abre múltiples oportunidades de mercado en Chile. No solo para cultivar espirulina, sino también para desarrollar productos asociados.
Como una buena fuente de proteínas, que presenta un alto contenido de antioxidantes, ácidos grasos esenciales y vitaminas A y B12, es considerada la espirulina, un superalimento muy beneficioso para el ser humano. El estudio Chile Saludable, desarrollado por Gfk Adimark y Fundación Chile, también indica que esta microalga tiene un gran potencial económico en el país, dado que en el norte de Chile existe un amplio territorio que presenta las características óptimas para su cultivo.
La espirulina es un organismo microscópico unicelular de origen vegetal, capaz de convertir la energía solar en energía química a través de la fotosíntesis. Recientemente, esta microalga ha tomado protagonismo en el mundo de la biotecnología de alimentos, debido a que representa una fuente alternativa de compuestos nutricionales de alta calidad.
Además de ser un alimento de fácil absorción, la espirulina tiene dos grandes ventajas nutricionales, tal como explica la jefa de proyectos de Alimentos y Biotecnología en Fundación Chile, Claudia Razeto. “La microalga es una fuente no tradicional de proteínas, que alcanza un 60% de su composición, lo que la hace ideal para personas que no consumen proteínas de origen animal. También contiene ácidos grasos omega-3 que hoy son altamente recomendados por los especialistas de la salud”.
El crecimiento de las microalgas se produce durante todo el año y necesita pocas condiciones para desarrollarse, llegando incluso a duplicar su biomasa diariamente. Por esta razón, es una buena alternativa para los suelos infértiles como el desierto, donde existe un escenario ideal para el crecimiento de estos microorganismos, con altas tasas de irradiación solar y uso de agua de origen marino.
“En este escenario, Chile tiene una gran oportunidad de cultivar espirulina y desarrollar productos asociados. Por sus características nutritivas, esta y otras microalgas, se usan en industrias tan variadas como la cosmética, nutracéutica, en biofertilizantes e incluso para la biorremediación ambiental, además de ser un alimento” explica la experta de Fundación Chile, Claudia Razeto.
Las microalgas comenzaron a usarse en China hace dos mil años para que la población sobreviviera durante períodos de hambruna. En la actualidad, expertos de la salud, recomiendan su ingesta por su alto contenido nutricional, en casos de anemia, desmineralización y agotamiento.
Tal como la soya y el trigo, la espirulina es una proteína de origen vegetal que puede ser muy útil para personas vegetarianas o con alergias alimentarias relacionadas con el consumo de carne animal. De todas formas, su mayor virtud, es su fácil absorción y excelente balance aminoacídico.
La espirulina contiene un alto nivel de antioxidantes, presentes en compuestos como los carotenoides, astaxantinas y polifenoles, que se asocian a la prevención de algunos tipos de cáncer o del daño causado por radiación UV.
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