Yael Unger: «Hay que darse el tiempo de ser vulnerable»
- Quien fuera una destacada actriz, hoy es maestra del sistema Isha. En esta entrevista, aborda la importancia de querernos a nosotros mismos y ser conscientes de nuestras acciones.
Por Francisca Orellana (@franorellana)
Con una destacada trayectoria como actriz, hace más de 10 años Yael Unger decidió dejarlo todo y buscar la paz y tranquilidad interna que tanto anhelaba. Dejó su casa en Chile, terminó su matrimonio de 22 años y partió a Colombia a formarse como maestra del sistema Isha, método de autosanación basado en el amor hacia uno mismo y a todo como consecuencia, que hoy la tiene más feliz que nunca.
Vive seis meses en Uruguay y seis meses en Chile. De abril a diciembre está en nuestro país para dictar seminarios y charlas, como las que dictará el 31 de octubre y 1 de noviembre. En entrevista con Más Liviano, comenta como ha sido su camino hacia el equilibrio emocional, y de lo importante de que la persona aprenda a amarse y vivir el presente, lo que define como tomar consciencia.
– ¿Qué la llevó a seguir este camino?
La actuación fue siempre mi pasión, desde chica, pero de repente empecé a sentir un vacío muy grande y comencé una búsqueda, quería paz. Era un hambre tremendo y grande, que se fue acompañado de una gran inquietud con la ecología, de hecho, fuí Presidenta del directorio de Greenpeace en Chile porque quería un mundo mejor. Pero todo me generaba una paz esporádica y no permanente. Ya había dejado la televisión y me ganaba la vida haciendo Reiki. Y un día leyendo una revista, me encontré con un seminario que iba a dar Isha y fui. Ahí ella dijo que cuando nos sanamos nosotros mismos, traemos paz al mundo. Y eso fue lo que yo siempre estuve buscando y quería ser parte de eso. Por eso decidí transformarme en maestra. Tenía 62 años.
– ¿No ha pensando volver a la actuación?
No, estoy mucho más feliz ahora.
– Una de las claves del Sistema Isha es el hecho de tomar consciencia de lo que somos y de nuestras acciones, ¿por qué es importante?
Porque si cada uno de los seres humanos eleva su consciencia, se hace responsable y se ama a si mismo. Y eso puede cambiar el mundo, porque una persona con consciencia no le hace daño a otra gente, a los animales, no roba, no miente.
-¿ Fue muy difícil tomar consciencia?
No, porque fue parte del proceso. Es solo practicar y dar el tiempo y la oportunidad de ser vulnerable. Yo era muy insegura y no se notaba. Todos pensaban que con tanto éxito y reconocimiento era super segura, pero no era así. No podía ni siquiera verme en pantalla porque no me gustaba. Eso lo fui sanando y lo pude comprobar el año pasado, porque mi ex marido era el director del Teatro La Imagen, que cumplía 40 años. Para celebrarlo, quería reeditar los éxitos con los elencos originales. Pese a que me negué en un principio, vi que los tiempos coincidían y acepté. Estuve una temporada y la diferencia de mi actuación de antes con la del año pasado fue abismal. Disfruté, estaba presente y conectada conmigo. Y segura, y no pensando de si lo estaba haciendo bien o mal. Y para eso es importante usar de forma equilibrada los dos hemisferios del cerebro, Está bien usar el hemisferio izquierdo donde está la razón, pero en su justa medida. El corazón también tiene que estar presente, hay que volver a ser niños, que son más naturales, inocentes, espontáneos, no usan máscara y siendo algo que no son.
– Y como vez a Chile en el interés de tomar consciencia?
La gente anda en una búsqueda cada vez mayor. Isha es muy conocida, de hecho para el terremoto de 2010 hizo un seminario enorme en Concepción para 5 mil personas. Pero hoy, se está buscando algo más profundo en sus vidas, se está dando cuenta que el adquirir cosas no va a llevar a la felicidad, porque, además, el ser humano anda buscando la felicidad en un momento futuro, pero resulta que sucede y siempre va a faltar algo. Y finalmente no hay nada que les puede llenar ese vacío porque lo que anda buscando no está. Cuando lo que tiene que hacer es escucharse.
– ¿Hay alguna relación en que Chile es un país obesidad y tapa muchas cosas con la comida?
Claro que sí, se come mucho para tapar. La obesidad tiene que ver con guardar las emociones, no expresarlas. Comes para tapar y no sentir. A mi me pasaba que cuando tenía ansiedad me ponía a comer y después, te sientes mal y con culpa. Yo no era tan gorda y comía con mucha ansiedad, pero cuando comencé el camino con Isha me volví mas consciente y me daba cuenta que no estaba bien.
Un día estaba en la cocina después de almuerzo. había comido suficiente y no tenía por qué sentir hambre. Sin embargo, me comí un panqueque de ricotta. Luego vi un pote de mantequilla y me acordé de un pan crujiente que había, y pese a mis ganas me contuve. Cerré la puerta y me senté a sentir porque había algo que me impulsaba a comer. Tuve que descubrir que era, y la única forma de hacerlo fue parar y sentir. Cerré los ojos y lo primero que sentí fue que ese hambre era un vacío que no venía de la guata, sino que era mental. Fue muy potente y lloré, porque además se me vino a la mente la imagen de una guagua que quería ser acogida y alimentada. Y eso fue una forma de sanar, me conecté con ese vacío que no quería sentir.
Todos pensaban que con tanto éxito y reconocimiento era super segura, pero no era así. No podía ni siquiera verme en pantalla porque no me gustaba. Eso lo fui sanando y lo pude comprobar el año pasado
– ¿Cree que el no tener tiempo de pensar es uno es grave? Generalmente uno no le toma importancia a parar unos segundos a respirar y pensar.
Es que si no se lo toman es un abandono hacia uno mismo, porque la única forma de amarte es conectándose, tomándote el tiempo, y las herramientas de Isha son justo para eso. Te tienes que tomar el tiempo para practicar y sentir. Es rápido si lo piensas que hay gente que lleva dos años en terapia tradicional.
-¿Qué consejos le darías a alguien que quiere conectarse, que está en esa misma búsqueda espiritual tuya?
Que tome el seminario que vamos a dictar. No tiene que cambiar nada, solo tiene que practicar lo que se enseña y verá lo que se siente desde el cambio interno, porque es algo súper personal. No hay creencias ni exigencias. Lo único que tienes que hacer es que si tomas el seminario, tienes que practicarlo y eso va a llevar al cambio, como me pasó a mi. Yo nunca quise enseñar actuación, no me quería y valoraba. Ahora veo las mismas escenas que antes no quería ver y encuentro que era re buena actriz. Me restaba de poder enseñar por falta de amor hacia mi misma.
Información seminario
Horario: de 10 am a 5 pm,
Lugar: Centro Comunitario Carol Urzúa, Santa Rosa 1727, Santiago Centro
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