Los alimentos que te protegen de la contaminación
- En esta etapa es imprescindible consumir alimentos ricos en antioxidantes, capaces de protegernos de los radicales libres. Ajo, perejil, cilantro, cebolla, frutos secos, arándanos, maqui, membrillo, calafate, palta, aceitunas, pomelo, brócoli y tomate, son algunos ejemplos
La contaminación este año se ha hecho sentir con más fuerza que nunca en varias ciudades del país. Sus efectos en la salud van desde alteraciones de la función pulmonar, problemas cardíacos y otros síntomas tan molestos como irritación de los ojos y mucosas.
Pero eso no es todo, la polución tiene también efectos nocivos en la piel haciendo que ésta se ensucie más, los poros se taponeen, esté menos oxigenada y, por ende, disminuya su elasticidad, vuelva más rugosa, con menos vitalidad y luminosidad. Y como la contaminación aumenta la producción de radicales libres, queramos o no se acelera el proceso natural de envejecimiento cutáneo.
Frente a este panorama, donde los episodios de pre emergencias se están dando casi a diario, Alejandra Espinosa, nutricionista de la Clínica de la Doctora Carmen Moren, aconseja que es imprescindible consumir alimentos ricos en antioxidantes, capaces de protegernos de los radicales libres que se producen a causa de la contaminación ambiental. Entre ellos, ajo, perejil, cilantro, cebolla, frutos secos, arándanos, maqui, membrillo, calafate, palta, aceitunas, pomelo, brócoli y tomate.
Además, recomienda consumir entre dos y tres frutas al día, que sean variadas y ojalá entera o en trozos sin perder la cáscara cuando sea posible, por ejemplo manzana o pera.
Junto a ello, ingerir dos platos al día de verduras, incluyendo entre dos y tres tipos de verduras diferentes y de variados colores, tratando de no cocerlas (cuando sea posible) y conservar la cáscara.
Por otro lado, Alejandra Espinosa sostiene que es necesario reforzar el consumo del selenio, presente en pescado, mariscos, frutos secos como almendra y nuez. Ello, por ser un mineral con gran poder antioxidante que ayudan a combatir los radicales libres.
“Para privilegiar el consumo de vitamina E -con gran capacidad antioxidante también- podemos consumir aceitunas, paltas, frutos secos o aceites vegetales de maravilla, canola u oliva”, aconseja la nutricionista.
No olvidar el líquido
Dado que la contaminación seca las mucosas, es importante consumir mucho líquido, “idealmente líquidos sin azúcar y en los cuales agreguemos productos naturales como agua con cascaras de fruta, de hierbas frescas o limonadas sin azúcar”, dice la profesional de la Clínica de Carmen Moren. Para el desayuno, podemos realizar batidos de fruta, conservando la cascara mientras se pueda, una buena opción son las de frutillas con manzana o pera con naranja.
Por otro lado, el betacaroteno -precursor de la vitamina A- también es un excelente antioxidante “por lo que hay que reforzar el consumo de alimentos que lo contengan como zanahoria, pimentón, frutillas, espinacas, alcachofa, brócoli o yema de huevo”, puntualiza la especialista.
Sobre cómo alimentarnos en esta época invernal, la especialista recomienda: consumir alimentos en promedio cada cuatro horas, sin hacer ayunos prolongados. “El líquido no se debe abandonar por el hecho que haga frío, ya que la deshidratación se produce igual. Las temperaturas bajas generan que el organismo deba termo regularse y porque la contaminación reseca aún más nuestra piel”
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