Encuesta: sólo 1 de cada 4 personas mantiene el hábito de cenar
En Chile ya no existe el hábito de cenar. Según la última encuesta de Satisfacción Personal y Autocuidado, de la consultora de mercado Kronos, sólo una de cada cuatro personas tiene el hábito de cenar en la noche y el resto la ha reemplazado por la once.
La cifra es parte de una radiografía al estilo de vida de 404 santiaguinos, investigación que refleja una serie de deficiencias en varios ámbitos. Según este trabajo, dos de cada tres personas califica su vida de “muy frenética o bastante ajetreada”. De hecho, el 88% dice que ni siquiera consume las cuatro comidas diarias que también forman parte de las recomendaciones de la OMS.
Según Julio Troncoso, gerente general de Kronos, la falta de sistemas o de formas de organización del tiempo no permiten a las personas optimizar sus horarios para poder realizar una serie de actividades que les permitan mejorar su estilo de vida.
Según la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA), el 90% de los chilenos toma once y sólo entre un 20% y 40% cena, es decir, come un plato de comida en la noche.
Para muestra, un botón: un artículo publicado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) sobre trabajadores de la construcción mostró que más del 90% de ellos tomaba once, consumiendo hasta seis panes con agregados, y el sólo 23% comía un plato de comida todas las noches.
Para el experto, lo más grave es que después de la once, las personas ven televisión y se van a dormir, con lo cual el gasto energético es mínimo y lo consumido en la once no se gasta
“Esto es extraordinariamente grave, ya que el consumo de la once corresponde principalmente a carbohidratos (pan y bebidas gaseosas o jugos azucarados), con grasa (agregados como mantequilla, margarina, queso, cecinas de todo tipo, manjar y helados), y muy poco o nada de alimentos saludables, como frutas y verduras, legumbres o lácteos sin grasa”, se lamenta el doctor Fernando Vio, académico del INTA.
Para el experto, lo más grave es que después de la once, las personas ven televisión y se van a dormir, con lo cual el gasto energético es mínimo y lo consumido en la once no se gasta. El doctor Vio alerta que los chilenos tienen el más alto consumo de pan en el mundo, con 90 kilos por habitante al año (seguido de Alemania y Holanda, con 58 kilos por habitante al año, y de Francia, con 54 kilos) al que se añaden agregados muy poco saludables y únicos en el mundo. “No hay ningún país que haya reemplazado la comida de la noche por pan con agregados, más otros alimentos poco saludables”, dice Vio. Por el contrario, el consumo promedio de legumbres, por ejemplo, es de tres kilos por habitante al año.
Fernando Vio señala que estos otros alimentos poco saludables son las bebidas gaseosas y jugos azucarados (Chile es el tercer país en consumo de estas bebidas azucaradas en el mundo, con 160 litros por persona al año, después de EE.UU. y México) y los helados (somos los principales consumidores de helados en América Latina, con 8,2 litros por persona al año).
“Por lo tanto, en el contexto del incremento de la obesidad en Chile, y en particular de la obesidad infantil, este hábito (reemplazar la cena por la once) está contribuyendo en forma importante a este incremento”, concluye el especialista.
Fuente: La Tercera
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