Doctor Alejandro Araos: «La obesidad es una enfermedad incurable, pero se puede controlar»
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El especialista en obesidad acaba de lanzar el libro «Los tips de la señora Alicia», donde entrega 29 herramientas prácticas para bajar de peso. Ha atendido a más de 11 mil pacientes con exceso de peso y a todos les da tres recetas básicas: horarios para comer, ejercicio y buena alimentación. «Hay que enseñarles que pueden lograrlo», dice.
Por Francisca Orellana (@franorellana)
«Cuando un obeso entra a mi consulta ya sé lo que me va a decir: que come a cualquier hora, que le da lata hacer ejercicio, que prefiere ver televisión, la comida chatarra o alimentos obesógenos y que trata de hacer dieta pero no puede bajar de peso. Hay que enseñarles a partir de cero, y que pueden lograrlo», dice el médico internista y experto en obesidad, Alejandro Araos.
Ha atendido a más de 11 mil pacientes obesos desde 2002, pero su sueño es ayudar a bajar de peso a los más de 2.300 millones de personas con exceso de peso en el mundo. Con mucho conocimiento en el cuerpo y sin un canal de difusión, se decidió crear un libro de auto ayuda. Así, lanzó hace pocos meses, junto a Editorial Forja, el libro «Los tips de la señora Alicia», donde entrega 29 herramientas o consejos prácticos para que puedan adelgazar, las que abordamos en esta entrevista con Más Liviano.
«La gran mayoría de los libros de obesidad son muy técnicos o estereotipados. Y si habían libros de autoayuda para ser feliz, para tener buenas finanzas por qué no hacer uno para enseñar a los obesos sobre hábitos saludables?. Hay mucha ignorancia y desconocimiento. Cuando alguien sube 250 gramos mensuales no se nota, subir 3 kilos al año tampoco, pero si los sumamos y subes 15 kilos en cinco años sí se van a notar. Y qué vas a hacer ahí?¿operarte? Hay que entregarles una guía, por eso creé el libro, que es una guía práctica e ilustrativa de qué hay que hacer «, dice el especialista que atiende en el hospital clínico de la Universidad de Chile y VidaIntegra.
– ¿Hay algún elemento común en los pacientes obesos?
Sí, muchos. Y el libro apunta a eso, a que dejen la negación del no puedo porque eso los limita a una vida saludable. El paciente cuando está obeso cree que nunca más va a volver a controlar la enfermedad. Ahora, la obesidad es una enfermedad incurable, cuando se instala no se puede curar. Pero es controlable, y la aprendí con mis pacientes.
– Hay operaciones, medicamentos para controlar la enfermedad que permiten bajar de peso, ¿No son una solución?
La persona igual tiene que hacer la dieta y ejercicio toda la vida, si se descuida vuelve de nuevo a la obesidad. Y eso pasa porque cuando se sube de peso se producen trastornos en el tejido adiposo, células y vasos sanguíneos que son de por vida y que no tienen vuelta atrás, como la hipertensión, diabetes, daño arterial, etc. En el sobrepeso no pasa eso. Desde el momento en que la persona llega a la obesidad quedará con secuelas.
– ¿Qué es lo que más determina la obesidad de una persona: la familia, la industria de alimentación, el ambiente?
Todo, la obesidad tiene factores genéticos, se han encontrado más de 600 genes asociados a ella, pero se expresan sólo si el ambiente es inadecuado. Si las personas hicieran actividad física de niños, sería más difícil tener obesidad. Se van a expresar si es sedentario, no cuida la dieta.
Si la familia es cooperadora y no son obesos puede ser un buen núcleo de apoyo. Pero si son obesos y con hábitos inadecuados, se convierte en su peor enemigo.
Por otro lado, tenemos disponibilidad de todos los alimentos, no tenemos filtros para elegir, los medios de la vida diaria nos facilita las cosas para que no hagamos nada: apretamos un botón y compramos por internet, subimos por la escalera mecánica o ascensor. Está todo hecho para que seamos obesos, y eso le conviene a la industria de alimentos. Le conviene fabricar obesos, por eso les venden productos para que sean adictos.
– En su libro entrega 29 consejos, nos puede mencionar 3 o 4 más importantes?
1- De partida, estos pacientes toman muy poca agua agua. Enseño la importancia del agua para la salud para que entiendan que deben tomarla.
2- Para evitar el sedentarismo, entrego estrategias para que el obeso haga ejercicios. Es fundamental la caminata, por ejemplo. Es fácil y gratis. Si ahora estamos como en la película Wally, donde no caminan y andan en una silla. El ser humano necesita 10 mil pasos diarios para ejercitarse. Nos preocupamos mucho de la imagen en el libro, que sean imágenes llamativas para que las personas hagan estas estrategias. Es muy didáctico para que hagan bicicleta o natación, pero pueden partir con una caminata, con dos mil pasos diarios o dejar de usar el auto.
3- En mi consulta baso el tratamiento en crear tres grupos de hábitos: horarios, la dieta y el ejercicio, tienen que aprender a tener una rutina.
4- Que se miren al espejo. El obeso tiene problema con la autoestima en general, aunque no lo diga. Les afecta desde desde las cosas más domésticas, desde ir a orinar o ir al baño, subir la escalera o la actividad sexual, lo que produce un tremendo daño. Por eso, el obeso deja de mirarse al espejo porque no le gusta lo que ve. Y tiene que mirarse para reparar lo que se dañó y pelear para que puede llegar a ser como era antes. No es para criticarse, sino para mejorar como persona.
«La ansiedad es una farsa»
Tener ansiedad para comer es una de las mayores excusas que utilizan los obesos para justificar comer más. Para Araos, no es más que un mito que la ansiedad lleve a la obesidad. «El obeso tiene millones de justificaciones para no controlar su peso. Y hay pacientes ansiosos flacos y no son obesos», advierte.
– ¿Qué rol cumple la familia en todo el proceso de baja de peso?
Depende, si la familia es cooperadora y no son obesos puede ser un buen núcleo de apoyo. Pero si son obesos y con hábitos inadecuados, se convierte en su peor enemigo. Y el libro habla de cómo manejar la influencia de los familiares, porque a ellos se les sigue enseñando que hay que estar gordito para estar sanito. Y si la polola te ve flaco, te dice que tienes que comer más o que te vas a enfermar. No hay consciencia de que es una enfermedad.
Si son obesos no hay que involucraros porque nunca lo apoyan. La persona por si sola tiene que aprender que es una enfermedad, que tiene que tener horarios, saber los ejercicios más adecuados, tener una caminata diaria en tu vida.
– Usted está especializado en adultos, ¿cómo estamos tratando a los niños en cuanto a hábitos de alimentos?
Los niños deben aprender hábitos de actividad física y no comer un solo alimento sino una variedad. Se les está acostumbrando a comer alimentos obesógenos como premios, es decir, aquellos alimentos ricos en sal, azúcar y grasas, y que son muy adictivos. Los padres los premian porque se sacan buena nota, lo que está mal.
Por otro lado, las políticas masivas son muy permisivas con la industria, les permite tener alimentos obesógenos sin control. Hay poca información y están con colores bonitos. Chile está siguiendo el mismo camino de México, que tiene el primer lugar en obesidad en el mundo, porque no tenemos mucho control sobre la industria, no hay políticas sobre eso, la gente se confunde y no sabe qué elegir. Falta educación.
– ¿Hay algún alimento que debiera estar prohibido?
Lo que pasa es que todo está en los hábitos. Por ejemplo, los chocolates son malos si se comen todos los días. Pero si es una familia que no los compra siempre, quizás no tiene ningún impacto. Es el hábito el que genera el problema. No es que la grasa sea mala de comer, sino cuánta grasa comemos y de qué tipo.
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