Mi cirugía bariátrica: volví a nacer y cambié el auto por la bici
Por Andrea Echeverría, 35 años.
El 2010 tomé una de las decisiones más importantes de mi vida, operarme de una manga gástrica.
Siempre quise hacérmela, pero estaba llena de dudas, si me pasaba algo en la sala de operaciones y dejaba a mi hijo solo, pero mientras pasaba el tiempo y veía que ninguna dieta hacía efecto, y mi resistencia a la insulina subía más y más, dije, si no hago algo, moriré igual.
Por lo que a principio de ese año comenzó la maratón de exámenes y visitas a todo el equipo médico.
El día al fin llegó y me operé el 29 de noviembre de 2010. Con 100 kilos.
No fue fácil, el primer mes con papillas me quería pegar un tiro, si veía a alguien comiendo me daban ganas de pegarle, así que preferí comer sola hasta que terminara la primera fase.
Bajé en total 40 kilos, y han pasado 4 años y medio y sigo en 60 kilos. No ha sido nada de fácil, a uno lo operan del estómago, no de la cabeza, la ansiedad la tengo igual y las ganas de pegarme una comilona no han pasado.
Si me preguntarán si lo volvería a hacer, respondería una y mil veces sí.
Volví a nacer, siento que fue la mejor decisión que pude haber tomado. Dejé el auto y lo cambié por mis piernas y mi bicicleta, cambié hábitos de alimentación, evitando así que mi hijo también fuera a la larga obeso, volví a sentirme liviana y atractiva, me sentí y me siento viva…
Bajé en total 40 kilos, y han pasado 4 años y medio y sigo en 60 kilos. No ha sido nada de fácil, a uno lo operan del estómago, no de la cabeza, la ansiedad la tengo igual y las ganas de pegarme una comilona no han pasado. En invierno sufro de mucho frío y tiendo a comer un poco más, kilitos que tengo que sí o sí bajar en verano, la dieta es parte de tu vida, no es operarse y olvidarse, siempre el PESO será un tema y si deja de serlo es cuando se vuelve a engordar.
Es difícil reconocer tu nuevo cuerpo, ver que pasas de una talla 50 en pantalón a 40 y de talla 2XL en poleras a M. Suena maravilloso, pero no es fácil. Pasar de comprar de todos los colores de un pantalón, porque volver a encontrar uno que te cerrara sería un milagro, a ahora desechar un pantalón porque se te hace un pliegue….
Feliz con mi decisión, feliz con mi cambio, feliz de cambiar la metformina por vitaminas, el auto por la bici…
La antigua Andrea
La Andrea nueva