Hablamos con Narda Lepes y su cruzada para que comamos más vegetales: «Es lo que hay que comer, no queda de otra»
La destacada chef acaba de lanzar una app gratuita junto con Microsoft para que aprendamos a cocinar y comer más verduras y frutas.
Por Francisca Orellana
La destacada y mutifacética chef argentina, Narda Lepes, ha vivido como todos estos meses de pandemia del Covid 19: encerrada en su departamento en el piso 23.
Pero no por eso, ha dejado de hacer cosas. Acaba de lanzar en Chile junto a Microsoft, “Come + Plantas”, una aplicación gratuita que te enseña a cómo preparar y comer populares vegetales y frutas. O si no conoces la verdura que tienes al frente, puedes tomarle una foto y la app la reconoce gracias a su sistema de inteligencia artificial.
Este desarrollo no es casual para la popular chef, ya que está en una cruzada para que las personas aumenten el consumo de verduras y disminuya la comida chatarra. “Los vegetales que vas a encontrar son los que conocen la mayoría de las personas o que alguna vez van a llegar a ver. En vez de fotos tiene ilustraciones para que sea más liviana. Y la idea de usar la Inteligencia Artificial es que si veo un vegetal y creo que es hinojo, pero me da vergüenza preguntar, o lo mismo con el puerro o cilantro, se pueda descubrir con ella”, afirma.
-¿Cómo llegar a hacer una aplicación de comida distinta a lo que existe hoy? Cómo fue el proceso?
Microsoft se me acercó porque querían hacer algo conmigo usando la tecnología de la nube e Inteligencia Artificial, que ayudara a mejorar la calidad de vida de personas. Habían elegido alimentos y por eso me habían venido a ver a mí. Pero en las primeras reuniones habían algunas ideas de recetas, pero para mi no es lo que se necesita hoy porque ya hay mucho de eso. Y no tanto de entender el problema más grande de por qué no comemos mejor. El nudo de eso era que no sabíamos lo suficiente sobre los vegetales.
-¿Y por qué nos dejaron de importar?
Mi abuela sabía que cuando hace frío hay alcachofas, que lo puedes hacer de tal manera, que con las hojas se puede hacer un licor. La estacionalidad te va enseñando, pero cuando se empezó a centralizar la información, de que hay tomate todo el año, todo ese saber se fue quedando, nuestra relación con el vegetal está re corta. No sabemos mucho, cuando uno se aleja de la producción de los vegetales, pierdes el contacto. Todo lo que se supone que sabíamos de años de relación y saber, el supermercado se llevó todo. Por la disponibilidad.
–El tener, por ejemplo, tomate todo el año hizo que perdieran importancia.
Porquería de tomate, sin gusto. A la larga, que todo era más rentable de la otra manera, del que tiene la semilla del tomate que resiste el frio y dura todo el año. Pero podemos darle la vuelta a todo eso, con la pandemia nos dimos cuenta que no estaba bueno. Que se cerró la fábrica y ahí quedamos.
-¿Qué se puede hacer entonces?
Lo único que tienes que hacer es comer en estación y más cantidad. Haciendo eso ya estamos colaborando para hacer cosas buenísimas. Comemos poca variedad de vegetales, por eso para la app nos fuimos a la Central de Abasto que es donde pasa el 70% de los vegetales que se vende, y lo que más se lleva es cebolla, tomate, naranja, papa y lechuga. Es muy poco.
-¿Los vegetales perdieron protagonismo por sobre la chatarra?
Eso fue lo que te dijeron, con eso nos engañaron para vendernos más harina y carne. Hay que entender que es una construcción ese mensaje, de que lo que sea más fácil de transportar hacer ganar más plata al que lo hace. Si vender brócoli es menos rentable que una caja de cereales..si se invierte mucha plata es que comas más que aquello que es más barato de producir.
Comer brócoli es demasiado barato. Y no es verdad que no te va a gustar, lo que pasa es que nos alejamos tanto de la relación con las verduras que no nos entendemos más.
Quizás te gusta el buñuelo gratinado, o salteadito con ajo, o solo pero tienes que encontrarle la manera, pero es lo que hay que comer, es eso. Y después comer hidrato, papas, harina, carne, queso, todo bien, pero la mitad de tu plato tiene que ser vegetal. No queda de otra.
-Igual la pandemia no ha ayudado mucho..lo que más hemos comido es manjar, papas fritas, hamburguesas..
Eso es angustia, que se calma con comida que haga emocionalmente bien. Yo también le entré al pastel del papa gratinado con queso, pero también nos dimos cuenta que no podemos comer así todo el tiempo.
Hay que aprender a comer. Cuando vayas a la verdulería y veas los duraznos, comprá más de una variedad, no compres todo de lo mismo y vas a descubrir que hay uno que te gusta más, quizás el durazno blanco o japones, que sale al principio del verano. Lo mismo con el tomate, que algunos sirven más para cocinar y otro lo agarras como una fruta y es fascinante. Y otros con gusto a nada.
Luchando contra la obesidad
Narda es una activista de la alimentación saludable en Argentina y lograr que se instaure una ley de etiquetado en alimentos que alerte sobre el azúcar y sus derivados, o que se prohíba su publicidad masiva para no estimular el consumo.
“Uno de cada dos niños que termina la escuela primaria tiene sobrepeso, somos el país en Latam que más galletitas y gaseosas consume”, cuenta.
-¿A qué se debe el cambio, uno tiene la imagen del argentino sin problemas de peso. Por qué cambió?
Hace 12 años era otra cosa, pero se debe a todo lo que veníamos hablando recién. Es más rentable el tratar que los niños coman más golosinas, pasta y gaseosas. Se invierte más plata en tratar que coman más que lo que se invierte en políticas públicas para un consumo saludable. Es así la diferencia, si no lo frenas, nadie la frena.
——–Preguntas al hueso——-
¿Tu alimento más versátil?
Huevo, y arroz. Es lo que siempre hay en mi casa.
-¿Ultimo descubrimiento?
Hay siempre en mi heladera Kimchi, que es un fermento activo coreano de repollo. Pica un poco pero te levanta cualquier cosa de sabor y está bueno.
-¿Placer culpable?
Papas fritas, pero si no son muy buenas, crujientes, frescas y calientes, mejor que no. Como solo si son excelentes. Pongo la vara muy alta para comer las mejores que encuentre, porquería no, mal frita no. Eso de vez en cuando, cada dos meses.
-¿Qué no comes por nada del mundo?
Son varias cosas, no como comida rápida prefabricada. Como hamburguesa con papas fritas pero tiene que ser alguien que agarró la carne, la molió, hizo la papa.
Pero no voy al local de la M hace muchos años.
Otra cosa es que no como en los kioscos, golosinas, como chocolates porque sé de qué lo hacen. Si quiero chocolate quiero comer chocolate no un parecido a, con olor a y la peor calidad de grasa posible. Lo mismo con los quesos, como solo si son de productores chicos porque tiene mucho más sabor. En esta cuarentena probé todos los quesos que hay en el país. Pero uso poca cantidad.
Pero los dulces tienen que ser hechos por seres humanos y no máquinas. Porque se vende queso que no es queso, es almidón con grasa, suero lácteo y gusto a panceta, te gusta pero porque está hecho para que lo quieras y quieras más. Hay gente planeando lo que te va a pasar en la boca cuando abras un paquete de snack. Hay millones invertido en ese momento, para que creas que te encantó, pero en realidad tu cuerpo está siendo engañado para que creas que te gustó.
Y tengo un chocolatero que lo llamo cuando quiero chocolates. Son más ricos y se disfrutan más.
Ahh, y hay una regla en casa, que los chocolates no te los puedes comer solo. Si hay una barra, solo 1/3 es tuyo, el resto no te lo puedes comer porque hay más personas en la casa. Eso evita que uno se lo coma todo. Si hay una caja de bombones de nuez, muerdes la mitad y lo dejas, hay algo con la compostura de que hay chocolates pero no son todos para voz.
Instagram: @nardalepes
Twitter: @NardaLepes
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