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¿Por qué nos cuesta encontrar ropa de nuestra talla?

“Fenómeno se llama Vanity Sizing o inflación de tallas. El retail ha achicado las tallas para que compremos donde seamos la más chica”, explica la experta en moda Fran Torres.

Por Francisca Orellana

“Estoy en una odisea, vinimos a vitrinear al mall para mostrarles la variación que hay entre una tienda y otra respecto a las tallas”, relató hace unos días en sus historias de Instagram (@antolarrain_) Antonia Larraín, comunicadora audiovisual, influencer y modelo XL, que comenzó una campaña para demostrar por qué nos cuesta encontrar ropa de nuestra talla.

Con talla 46 de pantalón, ella se paseó por varias marcas para demostrar que los pantalones, poleras y hasta chalecos no tienen una talla universal.

Pasó por Wados donde le quedó bien un jeans negro juvenil talla 46, pero también uno 50. Luego fue a ASH, donde la medida le quedó perfecto, no así unos de Index, de Ripley, que no pudo subir los pantalones un poco más arriba de las rodillas, mientras que otro de Opposite, de Paris, no sobrepasó la zona de los muslos. En Umbrale no le cerró el cierre, mientras que en Efesis, el 46 le quedó perfecto a una periodista del Dinamo que la acompañó a hacer este vivencial y que era talla 40.

Antonia Larrain

“Me probé 40 pantalones de marcas distintas y fue un desastre. En Estados Unidos me entran perfecto pero acá no, hay muchas diferencias y me cuesta encontrar ropa. No es un reclamo, lo que busco es que hagan tallas como corresponde, si me dicen que soy 46 o 48, no tengo problemas, pero quiero que sea la misma en todas partes porque están distorsionando los estándares reales de la mujer chilena, que tiene cadera y muslos”, dice.

De hecho, recibió comentarios de una mamá que le tuvo que comprar a su hija de seis años un jumper talla 12 (para niñas de 10 años) “porque los están haciendo más chicos y acinturados para seguramente verse más curvilínea que es insólito. Le compró uno más grande y ajustó a su medida”, cuenta.

CAMPAÑA

Aburrida de estos problemas, lanzó una campaña digital para levantar este drama: #tallasparatodes, donde busca que haya una mayor diversidad de medidas porque no existe la medida única y que hagan ropa más grande.

-¿Es sólo un problema de las grandes tiendas?

No, a Patronato dejé de ir porque hasta los maniquí se achicaron. Lo pasaba mal comprando ropa, no todas las marcas son iguales, pero probarme jeans es un suplicio. Hay pocas tiendas que me sirven, como Fashion Park, Violeta de Mango, Forever 21 que es la única con talla Plus XL sexy, y H&M que tiene un calce más grande.

-¿Este drama es sólo en las tallas grandes?

Es transversal el problema de los calces, porque igual la flaca tiene que comprarse tallas más grandes. La industria se tiene que hacer responsable, porque tienen un perfil de clientes que no calza con las chilenas. Por ejemplo, calzo 41 y en la campaña también participa la Vale Dávila (youtuber) que es 34. Las dos no encontramos zapatos y las marcas de calzado nos invitan para mostrarnos la colección primavera verano.

Lo mismo me pasa con las tiendas de ropa, que me pagan para que vaya a su evento pero no tienen mi talla. Si eres gordo eres invisible y no tienes opciones. La ropa es parte de la identidad y como elijo mostrame al mundo.

Con esto te daña la autoestima y condiciona la identidad, por lo que debería haber una estandarización de las tallas en general, porque con las marcas gringas o europeas como Forever 21 o TopShop, no sucede mucho, son todas parecidas.

¿Por qué crees que pasa, se están achichando las prenda?

Me dijeron que es real que las tallas las están achicando, y eso afecta la autoestima, y cuando se educan a adolescentes y niños así, eso lleva a la violencia porque somos discriminados.

«Marilyn Monroe era talla 16, ahora sería 6»

“Marilyn Monroe era talla 16 cuando le compraban su ropa, si hoy saliera comprar sería talla 6. Kate Moss en los 90, cuando se hizo famosa, era 4, pero hoy su talla 2. Este fenómeno se llama Vanity Sizing o inflación de tallas, en que para efectos mentales el retail ha achicado las tallas en términos numéricos para que nosotras compremos donde seamos la talla mas chica”, explica Fran Torres (@frantorresc en Instagram), asesora de imagen y experta en moda.

De hecho, comenta que esta técnica es uno de los mayores éxitos de Zara. “Ahí la mayoría de las personas son una talla menos o mas que en una tienda local. Yo soy 40, pero en Zara soy 36/38, pero en Sibila soy 44. Si bien antes efectivamente eran mas delgadas, las tallas eran la que numéricamente correspondían a su cuerpo”, afirma.

De hecho, a la hora de revisar las diferencias de talla, la marca Index de Ripley, tiene una ropa talla 40 donde el contorno de pecho mide 92 cm, no obstante, la ropa Marquis o Tatienne equivale a 96 cm. En Guess, va de 88 a 93 cm.

El problema de esto, dice Torres, es que las personas terminan no queriendo su cuerpo “por que el mercado local no tiene lo que tú quieres y si lo hay, te encuentras con que eres tallas más grandes de lo esperado”.

Tan álgido es el tema que fue un de los tópicos del taller “Love Bodies Love Fashion”, que dictó con Carla Escobedo (@monrix en Instagram) el 17 de marzo pasado. ”Nos pareció pertinente darlo a conocer porque la frustración a la hora de la compra, en la mayoría de las personas, pasa por la talla”.

¿Talla chilena?

Giuseppe Grazioli, diseñador y académico de Diseño de Vestuario y Textil de la Universidad Andrés Bello, dice que las únicas tallas universales que existen son las que van desde la XS a la XXL, pero que es complicado hacer una estandarización de las medidas de acuerdo a la morfología de los chilenos.

“El tallaje que trabajan las tiendas de retail se adecúa al italiano, francés o español, pero hacer un chileno es muy complejo porque el país está muy estratificado. Si vas a La Dehesa te encuentras con un tallaje más europeo. Y está la clase más baja donde comen más carbohidratos, tal como pasa en Estados Unidos”, dice.

No obstante, Fran Torres dice que eso no debería ser problema porque EEUU solucionó este drama con nuevos tallajes. “La Petite para las mas pequeñas y Plus Size para las más grandes, que van más allá del peso, también ve altura y estructura ósea”, dice. Graziolo dice que por eso, le toca atender clientes que le piden hacerse ropa: . Antes en Chile, hasta los años 60, era común hacerse ropa a la medida, pero ahora eso se transformó en un commodity”, detalla.

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