Estudiantes perciben que colegios y liceos promueven esporádicamente hábitos saludables

Por Francisca Orellana (@franorellana)

Hace pocas semanas se dieron a conocer los resultados del Simce para 8° básico y II medio, donde además de medir el aprendizaje de los alumnos, por primera vez se midió la percepción de los alumnos en cuanto a los hábitos saludables de los colegios y liceos.

Es así que 3 de cada 4 estudiantes perciben este ítem en un nivel medio, lo que trae grandes desafíos a los recintos educacionales en cuanto a promoción de alimentación sana, hábitos de vida activa y autocuidado en cuanto a consumo de tabaco, alcohol o drogas.

“Esto nos presenta un gran desafío, pues significa que la percepción de los estudiantes es que sus establecimientos contribuyen esporádicamente a generar hábitos de autocuidado, que no promueven de modo permanente la realización de actividad física ni la alimentación saludable y que no realizan acciones sistemáticas para prevenir conductas de riesgo como el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas; lo cual nos demanda un gran desafío para todo el sistema educativo”, dijo Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.

 

Asimismo, Loreto Sazo, jefa de la Unidad de Análisis y uso de la información de la entidad, recalcó que los niños de cuatro básico tienen una percepción mucho más favorable de lo que hace su escuela en cuanto a hábitos de vida sana. Pero que a medida que van creciendo, la percepción disminuye y los estremos que señalan estar muy bien o muy mal son los menos.

Si bien acota que las cifras no pueden indicar si se está bien o no frente al tema, señala que los colegios y liceos tienen una cierta preocupación frente al tema. «Han ido incorporando acciones concretas como que en los quioscos venden más manzanas o frutas o han ido eliminando los días viernes de comida chatarra o dando más opciones para escoger», afirma.

Agrega que es importante medir estos datos para poder desarrollar campañas o proyectos al interior del gobierno en materia de vida sana, un factor que también contribuye a tener un ambiente más propicio para aprender. Además, «tenemos que lograr transmitir que estos temas, de vida sana, sí importa y que el colegio le dé sentido», explica.

«Es difícil determinar si las cifras son buenas o mala porque va a depender de cómo se mire el dato. Un director de establecimiento tiene que mirar qué pasa con los estudiantes que tienen esa visión, qué pasa con establecimientos que son similares a ellos y con las mismas condiciones socioeconómicas», concluye.